El Papa interviene para que se humanice la guerra en España.
Hace un llamamiento al General Franco para que haya más moderación en los bombardeos de poblaciones civiles.

(Titulares del Diario de Costa Rica en la edición del jueves 24 de marzo de 1938)

Por EMILIA PRIETO

Razonamiento

Con un cerebro de caballo tan disminuido como el nuestro, no comprendemos al hombre. ¿Podrá humanizar la guerra quien no ha podido humanizar la paz?

Comentario

= Colaboración. Costa Rica y abril del 38 =

Esa expresión, humanizar la guerra, no termina de asombrarnos. Y es que ha traspasado no sólo los límites de la conciencia sino los del diccionario mismo.

Hasta el presente habíamos creído que humanizar es la palabra con que se designan los atributos de un ser que en biología se llama hombre porque no puede llamarse bestia ni fiera ni primate, así como el oro no se llama hierro ni la estrella se llama piedra. Además de haber en abono del hombre aquello de que fue al que Dios escogió para su encarnación, tiene también múltiples cualidades que lo diferencian notablemente de los animales, una de las cuales es, según la sutileza idealista y el hilar delgado de todas las religiones, la de tener alma.

En humano se halla implícitamente un principio de dignificación natural que se intuye y se siente, al extremo de que es un término muy usado en el buen decir para designar cuanto es virtualmente generoso y noble. Transcribamos aquí la lista de sinónimos suyos que nos da el Alemany:

Familiar
sensible
compasivo
piadoso
benigno
manso
afable

y esta aclaratoria:

que se compadece de las desgracias de sus semejantes.

Desgracias.—A nosotros nos parecen tales: la pobreza, la miseria, la indigencia, la enfermedad, la alta mortalidad y la ignorancia, que dicho sea de paso y ya que la experiencia histórica lo ratifica, han sido resueltas con mayor eficacia en las repúblicas democráticas que en las autocracias.

Pero, ¿cabría ennoblecer la guerra, es decir. humanizarla, dado que el horror de la guerra moderna es precisamente lo que nos hace creer en la decencia de las fieras?

—Quizá y para el caso—seria mejor decir entigrecer la guerra, seguros de que así se atenuarían incalculablemente sus efectos, porque humanizarla seria suprimirla absolutamente y para siempre. Y entonces aquí viene el otro problema. Para suprimir la guerra no hay otro camino que humanizar la paz, y en el caso concreto de España son precisamente los que se han opuesto a que un sistema democrático-republicano, humanice un poco la paz, quienes han desatado la guerra.

¡Humanizar la guerra!— ¡vaya un acertijo diabólico!—Le hemos pedido a un caballo el cerebro prestado y ni así logramos entender semejante jerigonza.

El legado de esta gran pensadora y artista enriquece el patrimonio cultural de Costa Rica y del mundo. Su mente y sus acciones estuvieron siempre al servicio del encuentro genuino con la tradición cultural costarricense y con la profunda reflexión sobre el entorno local e internacional de su época.

“Parlamentarismo”, grabado en madera de Emilia Prieto. Esta obra venía acompañando, en esta misma edición del Repertorio Americano, el artículo titulado “La región del Pacífico, a punto de convertirse en un feudo de la United Fruit Co.” de Juan del Camino, que denunció lo siguiente en aquella época: “Todos los días, y desde hace ya varios meses, los diarios registran en sus primeras páginas y a grandes titulares que atraviesan las seis u ocho columnas, noticias de arreglos llevados a puerta cerrada entre el Gobierno y la United Fruit Company. ¿Qué son esos arreglos? En una palabra son la entrega incondicional de la región del Pacífico a la fatídica frutera.”